Dra. Rocío Cisneros Tipismana

Dra. Rocío Cisneros Tipismana

Médico Oncóloga
CMP: 41524
RNE: 22618

Martes, 26 Diciembre 2017 10:58

La Inmuno-oncología

Una nueva alternativa contra el cáncer con resultados alentadores.

La Inmunoterapia contra el cáncer se basa en la premisa de que los tumores pueden ser reconocidos como extraños en lugar de propios y pueden ser efectivamente atacados por el sistema inmune activado. Los esfuerzos actuales de esta terapia intentan romper la tolerancia del sistema inmune a las células tumorales y antígenos ya sea introduciendo los antígenos contra el tumor por medio de vacunación o modulando los puntos de control de regulación del sistema inmune, siendo directamente por estimulación de las células inmunes por los anticuerpos dirigidos a los receptores en células T y B, o indirectamente mediante manipulación de citoquinas.

La inmunoterapia tiene como blanco de acción el sistema inmune del paciente, el que es el encargado de combatir la enfermedad; mientras que en las terapias blanco, el tratamiento atacaría solo las células tumorales.

Términos y definiciones
El sistema inmune. Vigila el organismo humano y lo defiende de las amenazas externas, como infecciones bacterianas y virales, así como también de células anormales derivadas de tejidos normales, como el cáncer; utilizando mecanismos complejos, que involucran a diferentes actores y vías de señalización.

El sistema inmunitario posee actividad antitumoral que desde el punto de vista funcional puede separarse en dos componentes con roles complementarios, ambos desempeñan un papel importante en la detección y destrucción las células tumorales.

Inmunidad innata. Es la primera barrera defensiva que se desarrolla rápidamente y no genera memoria inmunológica. Forman parte de esta barrera, la piel y mucosas, células y moléculas citotóxicas. Los macrófagos y células natural Killer (NK) pueden eliminar células anormales mediante la secreción de citoquinas y quimioquinas, que pueden modular la respuesta inmune.

Inmunidad adaptativa. Entra en acción cuando falla la inmunidad innata, es capaz de generar una respuesta altamente específica contra las células anormales al reconocer proteínas atípicas sobre la superficie de la célula blanco, como por ejemplo antígenos asociados a tumores, generando así memoria inmunológica.

Las células T
Las células T son un importante componente en la respuesta inmune antitumoral. El inicio del proceso ocurre cuando las células tumorales liberan sus antígenos los cuales son reconocidos por las células presentadoras de antígenos o APC. Estas son las encargadas de presentárselos a los linfocitos T, los cuales se encuentran inactivos y se activan para proliferar y generar más linfocitos capaces de reconocer células tumorales. Los linfocitos T activados van al encuentro de las células tumorales y los destruyen. El mismo mecanismo ocurre con las células NK, potenciando el efecto de los linfocitos T activados.
La activación de las células T nuevas requiere de múltiples señales que desencadenarán la activación completa. Se necesita, además de la estimulación del antígeno, a los coestimuladores o receptores activadores que incluyen CD28, CD137, CD40, y OX-40. Por otro lado, existen las llaves efectoras de las células T que forman parte del mecanismo antitumoral de la respuesta inmune. Las células T efectoras CD8+ son las encargadas de destruir a las células tumorales y necesitan moléculas efectoras citotóxicas, como las perforinas, grancimas, granulisinas y ligando Fas. Las células T helper CD4+, por un lado, producen citoquinas capaces de mediar una respuesta inflamatoria y la respuesta efectora y, por otro, ayudar a las células B a producir anticuerpos.
Pero la activación de las células T requiere de regulación, para que existan un correcto balance entra las señales activadoras e inhibitorias.

Vigilancia Inmunológica
El proceso de inmuno edición del sistema inmune contra el cáncer y el rol del sistema inmune incluye tres fases: eliminación, donde se realiza el proceso de presentación del antígeno tumoral y la activación de las células capaces de eliminarlas o células T.
La inmunoterapia puede responder el interrogante de cómo reavivar la inmunidad tumoral del sistema inmune y no es una modalidad terapéutica reciente, sino que data desde 1970, cuando se demostró regresión tumoral después de la aplicación de ciertas toxinas.

Al tratar a un paciente con inmunoterapia, es esencial el marco de discusión con otros colaboradores, dado que son variables los escenarios posibles que pueden resultar del tratamiento. Se debe tener en cuenta que las respuestas son más tardías en comparación a terapias convencionales, en un porcentaje de paciente existe una progresión inicial de la enfermedad y al pasar del tiempo se convierte en respuesta tumoral.

Existen numerosas estrategias para superar los mecanismos inmunes tumorales. Entre ellas están: inhibición de los inhibidores de las células T (CTLA-4, PD-1, LAG-3), estimular a los coestimuladores de las células T (CD137, OX-40, CD40), potenciar la función efectora del sistema inmune y mejorar la función de sistema inmune innato.
La inmunoterapia afianza su papel como tratamiento de futuro en la lucha contra el cáncer, así se ha demostrado en el último encuentro Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO 2017), actualmente está aprobada su uso según guías clínicas internacionales para el manejo de melanoma, cáncer de pulmón y cáncer renal avanzados. Los agentes aprobados en nuestro país son ipilimumab, nivolumab y pembrolizumab.

No obstante, existen otros agentes que se están evaluando en múltiples tumores sólidos como neoplasias hematológicas.

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