El bloqueador adecuado
Tome sus precauciones. Los rayos solares se tornan intensos en esta época del año.
La piel es un órgano complejo que participa activamente en el mantenimiento del homeóstasis y protege al medio interno del ambiente que nos rodea. Durante esta labor, la piel está expuesta a muchos factores que la lesionan. Algunos son químicos como el agua, los solventes, los detergentes, los ácidos y las bases fuertes. Otros son físicos como traumas mecánicos y las radiaciones electromagnéticas. Dentro de este último grupo tenemos los rayos infrarrojos, los ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Dependiendo del grado energético de la onda de estas radiaciones, se evalúa el poder de penetración y su posible efecto negativo en la piel.
El sol constantemente está produciendo diferentes radiaciones electromagnéticas. A la superficie del planeta nos llega el espectro infrarrojo, luz visible y la luz ultravioleta (UV). Esta última es importante porque es la responsable de los cambios por exposición que observamos en la piel. La luz UV la podemos clasificar, según la longitud de onda, en tres tipos: a) luz UVA de 320 - 400 nm, b) luz UVB de 290 - 320 nm y c) luz UVC de <290 nm. Siendo las UVA y UVB consideradas como carcinógeno humano por el programa de Toxicología Nacional (NTP).
A pesar de la disponibilidad de los bloqueadores y la cobertura de los medios para protegerse del sol, el número de personas que sufren de cáncer de piel tipo melanoma sigue aumentando cada año. En el mundo se registran cada año 2 a 3 millones de casos de cáncer de piel no melanoma y 132 mil casos de melanoma. Uno de cada tres pacientes con diagnóstico de cáncer tiene cáncer cutáneo.
Un bloqueador solar adecuado debe proporcionar una amplia y elevada protección ultravioleta (UV) para el segmento B (UVB) y A (UVA). Los bloqueadores funcionan en base a uno de dos mecanismos: Los protectores minerales llevan ingredientes como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, los cuales crean una barrera física que protege la piel del sol y los protectores químicos utilizan uno o más productos químicos como la oxibenzona, avobenzona, octisalato, octocrileno, homosalato, octinoxato, ácido paraaminobenzoico (PABA), dioxibenzona y parabenos, entre otros, los cuales causan una reacción química para prevenir daños causados por los rayos UVA y UVB del sol.
Criterios para elegir un bloqueador.
- Escoja un bloqueador solar con etiqueta SPF50: Un filtro solar de índice 15 protege en un 93 % de los UVB, mientras que los de SPF30 protegen en un 97 %, los de SPF50 protegen 98 %, pero cuando llegan a 100 o por encima ya no pueden proteger más.
- Escoja un bloqueador en crema: Los protectores en spray (o polvo) no son recomendables porque las partículas potencialmente toxicas se liberan en el aire, lo que facilita su respiración.
- Escoja un bloqueador que contenga óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que han demostrado que el uso durante varios años es seguro y eficaz para bloquear los rayos UVA y UVB, y tengan el ingrediente activo mínimo el 22%
- Evite los protectores solares que contengan oxibenzona que causa alteraciones hormonales y daño en las células, y Vitamina A (Retinol Palmitato) que puede acelerar el desarrollo de tumores y lesiones de la piel.
- El bloqueador debe decir de amplio espectro o que bloquea los UVA y UVB: La FDA establece que los bloqueadores solares etiquetados como con “amplio espectro” protegen contra los rayos.
- Use la cantidad suficiente. Utilice 2 a 3 cucharadas de la loción en la mayor parte de su cuerpo o rocíe lo suficiente como para frotar y luego repita el procedimiento. Vuelva a aplicarse el protector cada dos horas y después de nadar o sudar.
- Elija un protector solar resistente al agua.